Hace años escuché decir a Claudia Gaete que El libro de los abrazos era una obra "de cajón" para los promotores de lectura. Ahora lo confirmo. En relatos breves, llenos de poesía, sentido del humor, inteligencia y denuncia, Eduardo Galeano (Montevideo, septiembre 3 de 1940), celebra lo mismo la palabra que el silencio, el arte desde la visión infantil hasta la irracionalidad jodidez burocrática.
La memoria puesta en juego, pero condimentada con poesía hacen de este libro de relatos breves un manjar para leer poco a poco. Consumirlo como píldora y regresar por más dosis, y recibir con cada lectura uno de los abrazos destinados al lector.
Las voces de los muros en distintas geografías latinoamericanas nos llevan de la risa a la reflexión. Estos espacios, siempre propicios para escritos irreverentes, no pasan de largo para el registro de Galeano. O aquel relato donde un pequeño le pide le regale su bolígrafo y termina por encontrarse con un chiquillo dueño de una extraordinaria imaginación.
Esta obra es muy recomendable para jóvenes y adultos que se inician en el mundo de la lectura o de mediadores que deseen contagiar esta práctica.
GALEANO, Eduardo: El libro de los abrazos, México, Siglo XXI Editores, 2002, 272 p.
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