domingo, 18 de marzo de 2012

La ladrona de libros y corazones

La ladrona de libros es uno de esas historias a las que llegué circunstancialmente. Me llamaron la atención el título, la portada, las líneas de la cuarta de forros. Me encontré de pronto leyendo una de esas bonitas historias, de fácil digestión, propias para los lectores iniciales.

De los recuerdos de sus padres y de su imaginación, Markus Suzak (Sydney, Australia, 1975), rescata a Lisa Meminger, una pequeña niña de once años que de pronto se ve parte de una familia nueva. La muerte, narradora omnisciente en la obra, la encuentra varias ocasiones. La primera de ellas, cuando muere el hermano de Lisa.

El matrimonio conformado por Hans y Rosa Hubermann, vecinos de la Himmelstrasse, experimentan las tendencias de la política alemana del nazismo. Durante su estancia con su nueva familia, Lisa aprende a leer y descubre en los libros un mundo más llevadero que el de la realidad. La amistad de Rudy Steigner, y las ocurrencias de éste, otorgan al texto una dosis de comicidad. No obstante la nacionalidad alemana de los Hubermann, la persecución de los judíos, los pondrá en un aprieto terrible. En tanto, Lisa hace del hurto una forma de hacerse de comida... y libros. 

Quizá el grueso de libro desanime a más de uno a leerlo, sin embargo, es ligero, con una escritura sobria, sencilla, sin grandes pretensiones, muy accesible. Tal vez sea complicado para aquellas personas que temen a la muerte, primordialmente porque, como se dijo, ella es la que narra la historia y eventualmente se dirige al lector.

SUZAK, Markus: La ladrona de libros, México, Lumen, 2007, 544 p.




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