miércoles, 18 de agosto de 2010

Tecnologías de la palabra









Todos hemos oído decir que una imagen vale más que mil palabras. Pero si esta declaración es cierta, ¿por qué tiene que ser dicho? Porque una imagen equivale a mil palabras sólo en circunstancias especiales, y éstas comúnmente incluyen un contexto de palabras dentro del cual se sitúa aquélla.
Walter J. Ong


¿Alguna ocasión se ha preguntado cómo sería un mundo sin escritura? Si no es así, hagámoslo como mero ejercicio mental. Imagínese, como muestra terrenal o incluso pueril, que se dispone a realizar las compras domésticas de cada semana, dado que no existe escritura (y no estamos hablando de una escritura alfabética únicamente), usted tendría que memorizar la lista del mandado, ¿complicado?, bien ahora piense en todas las acciones que realiza día a día y las cuales se apoyan en la palabra escrita. Sin lugar a dudas la escritura forma parte de nuestra vida cotidiana aunque muchas ocasiones no lo percibimos.
Walter J. Ong (n. 30 de noviembre de 1912; m. 12 de agosto de 2003), en Oralidad y escritura: tecnologías de la palabra (fce, reim. 2009)
realiza un minucioso estudio del devenir de la palabra. Las primeras civilizaciones que transmiten y heredan sus conocimientos, cultura, fe, mediante el único registro de la voz, son para Ong, culturas orales primarias. En otras palabras, culturas que desconocen la escritura. A la par que cuestiona el término "literatura oral", ya que para la literatura es fundamental la escritura.
Abrevando de otros estudios, sobre todo de la primera mitad del siglo xx, conforma toda una explicación de cómo les era posible a los griegos memorizar las épicas batallas y aventuras de la obra homérica. Una respuesta a lo anterior son las fórmulas que sirven como recurso para una fácil memorización. Si regresamos al ejemplo de la lista de compras y aplicando una fórmula podríamos obtener un resultado más o menos similar a lo siguiente: "los ardientes jitomates", "la plañidera cebolla", "el nopal de jugos ligeros", etc.
Precisamente en la Grecia antigua es donde encontramos paradojas en torno a la aparición de la escritura. Siendo esta una cultura oral, menospreciaban a la escritura. Los discursos de los grandes oradores primero se decían y posteriormente se escribían. Platón, en su diálogo Fedro, expone los riesgos de la escritura entre los que destacan: "es inhumana al pretender establecer fuera del pensamiento lo que en realidad sólo puede existir dentro de él", "destruye la memoria", "el texto no produce respuestas" y "la palabra escrita no puede defenderse". A pesar de todas estas objeciones, fueron precisamente las palabras escritas las que nos han permitido conocer el pensamiento de aquellos sabios.
Ong establece que la escritura no puede existir sin la oralidad, en tanto la relación inversa se presenta a menudo. La oralidad primaria genera un pensamiento y un discurso con las siguientes características: son acumulativas antes que subordinadas y analíticas, conservadoras y tradicionalistas, redundantes, cercanas al mundo humano vital, de matices agonísticos, empáticas y participantes, homeostáticas (privilegian el presente y desechan el pasado que no es útil) y situacionales antes que abstractas.
La oralidad primaria cohesionó a las sociedades. La aparición de la escritura dio paso a otra forma de oralidad, la oralidad secundaria. Ésta, siguiendo a Ong, se presenta en sociedades donde la escritura modificó la cosmovisión del ser humano, lo hizo más introspectivo, lo aisló del grupo pero lo comunicó con otros seres humanos a pesar del tiempo y la distancia, posibilitó los textos religiosos. Este tipo de oralidad necesita de la escritura para llevar a efecto sus propósitos.
Otro apartado importante en esta obra lo constituye la aportación de la escritura al desarrollo del género narrativo, en particular, el detectivesco. Quien lea este texto se brindará la posibilidad de reflexionar en torno a la importancia de la palabra (oral y escrita) y entenderá mejor el debate actual del libro versus las tic's.

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