Tomo II
Sin duda Julio Cortázar es de esos autores que se disfrutan en cada lectura. Cortázar juega con el lenguaje y provoca al lector a pensar, imaginar, crear. En el segundo tomo de Último Round podemos pasar del desconcierto a lo amoroso en un mismo libro. Textos como "La entrada en religión de Teodoro W. Adorno" o "/que sepa abrir la puerta para ir a jugar", exigen la atención del lector para que identifique la palabra faltante. Otros, como la célebre "Inmiscusión terrupta" es una provocación al sentido del humor y los conocimientos lingüísticos y gramaticales.
También encontramos en el volumen apreciaciones estéticas, por ejemplo "Salvador Dalí, sin valor adalid". La ternura, el espíritu lúdico, la inteligencia son constantes en cada línea. En el cuerpo encontramos fotografías de Muchik, Antonio Gálvez, Jean-Michel Folon (de quien también hay dibujos), entre otros artistas.
Los poemas son extensiones de algunos fragmentos de Rayuela, de esos que no hay lector que se resista a subrayar: "Poema", "Dios de los cuerpos", "Empiezas la magia...", son el botón de muestra. Aconsejo al lector poco familiarizado con el autor, que se disponga a ingresar en un estilo que lo atrapará.
CORTÁZAR, Julio: Último Round, tomo II, 15a. ed., México, Siglo XXI Editores, 2001, 283 p.