
La voz de Angelina, manifestada en sus letras, inician con un profundo dolor, la presencia de Rivera es enorme a pesar de no estar físicamente ahí, con ella, los reproches son tenues, prefiere asumir culpas que no le corresponder a incomodar a Diego. Los recuerdos de Dieguito, de Rivera trabajando, hablando, discutiendo, pensando, estallando son proyectiles mortales.
La nota final del libro es inesperado. Alguna ocasión , trabajando este libro con un grupo se señoras, se les pidió que escribieran una carta a Digo Rivera, como si ellas fueran Angelina Beloff. Una señora, de aspecto humilde, sólo escribió con grandes letras: "Diego, vete a la chingada".
PONIATOWSKA; Elena: Querido Diego, te abraza Quiela, México, Era, 1994, 80 p. (Biblioteca Era)
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